Torres KIO

Centrándonos en su arquitectura, las Torres KIO se convirtieron en las primeras torres inclinadas del mundo. La Torre Pisa de Florencia no se lleva ese mérito ya que su inclinación no fue intencionada. En este caso, sin embargo, la inclinación estuvo presente desde la primera fase del diseño, cuando el arquitecto americano Philip Johnson, junto a John Burgee, aseguraba: "Hay que acabar con el ángulo recto si no nos queremos morir del aburrimiento". Para que la estructura aguante esta disposición, la mayor parte de su peso se carga sobre un eje central de acero y hormigón, dejando la parte más inclinada mucho más ligera. Las torres cuentan con un contrapeso subterráneo de 15.000 toneladas ubicado en el lado puesto a la inclinación
A consecuencia de su inclinación, cada una de sus 27 plantas tiene una distribución diferente, ya que los límites del espacio se van desplazando respecto al núcleo central, donde se encuentran los ascensores.
Aunque parecen casi iguales, es posible diferenciarlas, porque una de ellas es un centímetro más alta que la otra. Algo que, por otro lado, es totalmente imperceptible si las miramos desde abajo. Como no tenemos tanto ojo, si vamos por el aire, también podremos ver diferencias desde arriba. Las dos torres cuentan con helipuertos en su cubierta superior